Psicología gatuna I: Dios

Dios es una palabra que quizás llegue a impresionarnos por la "grandeza" de su significado. Un gato no es que sea dios, sino que él se considera dios, la explicación es muy sencilla, es simplemente que tiene la conciencia de que es superior a todos nosotros.

Ellos tienen la certeza de que estarás siempre a su disposición y eso en vez de hacerles ver que eres un buen ser por tu comportamiento con ellos, les hace creer que son superiores y que todo lo que tu haces no es más que tu deber.

Los gatos son seres tremendamente independientes ya que son dios y no necesitan a nadie, todo eso que tu haces como darles de comer, cepillarles el pelo, limpiarles el arenero y un largo etcétera, no es mas que tu obligación, como ya he dicho antes, porque ellos no necesitan nada de lo que tu les haces.

Ellos no tienen obligaciones, simplemente se rascarán los bajos tú haces lo que te corresponde. Pero, por el contrario, también son seres muy agradecidos ya que te agradecerán cualquier cariño que les des pero eso si, siempre teniendo en cuenta su superioridad.

Vida gatuna

Aunque no lo parezca cualquier ser con un mínimo de lógica, que comparta mi visión y que crea en la reencarnación, desearía ser en otra vida, un gato, pero no un gato normal, un gato casero y gordo (no tiene que ser obligatoriamente gordo pero, así, demostrarás una vida más lujosa que la de un gato delgado).
Puede que esto en un principio suene algo cómico pero, en realidad, éstos pequeños felinos tienen una vida completamente envidiable. A continuación explicaré de forma sencilla porqué es envidiable la vida de un gato:

• Un gato casero hará lo que quiera y cuando quiera, es decir, comerá cuando le apetezca y reposará dicha comida cuando le apetezca, correrá y jugará cuando le apetezca, en especial a las 3 de la mañana tras pasarse todo un día durmiendo.
• Un gato casero será completamente independiente y cuando tú, mediocre ser humano quieras acariciarle, te maullará de forma ofensiva y se retirará dignamente. Cuando él quiera algo de cariño tendrás que estar a su entera disposición, evidentemente.
• Por último, un gato casero decidirá destrozarte la casa y mientras que tú recoges todo aquello que sacó de los cajones, la cama que deshizo y las cortinas que rompió, se dedicará a llenar cada rincón de la casa de su brillante e impoluto pelo.